¿Qué hay detrás de los tatuajes? Su motivación psicológica.
Significado de la palabra tatuaje
En el cuerpo se expresan las
emociones, por ejemplo cuando una
persona siente vergüenza su piel se sonroja, y cuando está nerviosa su piel
transpira. Así como la piel nos delata
escenificando lo que sentimos en un lenguaje no verbal, los tatuajes son marcas, e incluso
expresiones artísticas, que intentan poner en evidencia a través del cuerpo,
aquello que no puede ser expresado en palabras, o simplemente que las palabras
no alcanzan para expresarlo. El tatuaje es entendido como marca o sello que
imprime aquello difícil en poner en palabras.
Las cicatrices al igual que los tatuajes son marcas. Son preguntas
frecuentes ante cicatrices notorias: ¿Qué te pasó? y ¿Cómo te hiciste esa
cicatriz? Las respuestas explican una
historia detrás de esa marca, ya sea un accidente o una operación médica.
Tatuarse es una forma de tramitar
aquello difícil de elaborar psicológicamente. Recordemos que el mecanismo de
tatuarse implica agredir la piel, provocar pequeñas lesiones para permitir que
penetre la tinta. Esto no es sin dolor físico. Se intentaría calmar un dolor
psíquico, angustia, a través del dolor físico.
Recordemos el refrán popular: “la letra por la sangre entra”. Para tramitar el dolor por la muerte de un
ser querido y transitar el duelo, hay quienes se tatúan la imagen del ser
fallecido.
Historia y Actualidad
Es conocido que desde tiempos
remotos pertenecer a una tribu implicaba compartir el mismo ritual, y estar
marcados por un sello, como signo compartido por el resto de los
integrantes, como rasgo distintivo de ese grupo. En ese sentido se considera al tatuaje un
rasgo que confiere identidad, que marca pertenencia a un grupo, o tribu.
Recordemos que los marineros se caracterizaban por tatuarse en sus brazos un
ancla o un timón, propios de su oficio,
e incluso símbolos que representaban los distintos lugares geográficos a los
que accedían en sus viajes. Generalmente
los marineros, no tenían familia, justamente por sus largos viajes. Se
decía que no tenían nacionalidad, y un amor en cada puerto. Entonces el
tatuaje, como sello que fija, marca un anclaje, ante tanto vaivén, y devenir de
un lugar a otro. En este caso les confiere identidad como pertenencia a un
grupo. Hay grupos de jóvenes que eligen
para tatuarse un signo que los represente, como modo de hermanar su
amistad. Por ejemplo, el caso de un
grupo de amigas que se tatuaron un corazón pequeño como modo de perpetuar su amistad.
En la actualidad encontramos las
llamadas tribus urbanas, que
diferencian a los jóvenes por sus
diferentes preferencias musicales y tendencias. Así como el modo de vestirse
los caracteriza también los tatuajes son entendidos como ropaje que cubre el
cuerpo, lo agiorna y actúa como
accesorio, o adorno. El tatuaje cual
marca tribal identifica a una etnia determinada y es un signo de integración
grupal.
Si bien es cierto que vivimos en
la época del zapping cultural, y efímero,
que se caracteriza por los sentimientos light y transitorios, los
jóvenes como modo de sortear los vaivenes de su época, intentan inmortalizar
algo, que perdure para siempre, que sea eterno, y que los caracterice y
distinga. En este sentido el tatuaje es entendido como marca que identifica,
perdura y se perpetúa en el tiempo. El
tatuajes es un anclaje a la realidad, es decir, “todo pasa, pero esta marca
quedará”. Hay quienes se tatúan los
nombres de sus hijos simbolizando una relación perpetua. Recordemos la importancia de los tatuajes, como marcas
impresas en el cuerpo, al momento de identificar en la morgue a personas
fallecidas no identificadas.
Según Marco Polo el respeto a una
persona se medía por la cantidad de tatuajes que tuviera. El tatuaje se
considera un proceso doloroso que la mayoría de las veces se usaba para
demostrar valentía o confirmar la madurez.
Hoy en día muchos jóvenes se tatúan sin el permiso de sus padres, como
modo de expresar rebeldía e independencia. Incluso se tatúan una vez
finalizados sus estudios secundarios, como modo de expresar que han alcanzado
la madurez, aunque se diste de obtenerla.
Pensemos: ¿por qué será que los jóvenes ven necesario tatuarse,
mostrando cuál trofeo alcanzado un sello, que remarque su paso a la adultez? Me
hace acordar esto al cuento popular del sastrecillo valiente, que marcó sobre
su cinturón: “yo maté a siete”, de este modo se ganó fama de valiente en todo
el pueblo. Sin haber aclarado que había
matado a siete moscas, y no a siete gigantes, como creyeron por un
malentendido. Tatuarse una vez que han
finalizado sus estudios secundarios significaría sellar la culminación de una
etapa, y el inicio de otra. Pensemos en la similitud con los rituales de
iniciación de las tribus primitivas, que marcan el paso de la niñez a la
adultez.
El tatuaje se usaba también como
castigo, y se aplicaba a los esclavos y criminales para identificarlos, y como
modo discriminatorio. En la actualidad
los productores ganaderos, sellan su ganado con una marca que los identifique
como parte de su propiedad. Hay tatuajes tumberos, propios de aquellos que se
tatúan en prisión, y que algunos adolescentes eligen para demostrar su
agresividad, y qué tan rudos y fuertes son ante la sociedad, expresando así que
ya no son niños frágiles ni débiles. Quizás como modo de sobrevivir ante su
grupo de pares, con características vandálicas, y ganarse el respeto de
aquellos a los que se teme. Podemos
pensar en este caso en tatuajes al modo de objeto contrafóbico. Hay quienes se
tatúan animales a los que les temen, por ejemplo arañas.
El tatuaje era una práctica común
entre los nativos de América Central, que se tatuaban en sus cuerpos imágenes
de dioses. Se asociaba el tatuaje con
prácticas religiosas y mágicas. Se consideraba que era una marca simbólica que
permitía que el alma superara los obstáculos en su camino a la muerte. Está de moda entre los jóvenes tatuarse el
ojo de Osiris en la espalda, para protección contra los enemigos, y el signo
del Yin y el Yan para alcanzar el equilibrio que necesitan en sus vidas. Hay
quienes se tatúan imágenes representativas del horóscopo demostrando su
identificación. Incluso quienes
practican artes marciales se tatúan animales relacionados con la mitología de
esas prácticas milenarias para apropiarse de sus características, incluso
mágicas, por ejemplo al imprimirse un dragón.
De este modo el tatuaje cumple la función de amuleto que brinda
protección a quien lo tiene.
Los tatuajes también encierran un
simbolismo erótico sexual. Las prostitutas árabes se tatuaban flores en los
brazos para atraer a sus clientes. El objetivo era usar los tatuajes como afrodisíaco y resaltar
los atributos sexuales para seducir y atraer.
Más allá del simbolismo que
encierra cada dibujo que se imprime sobre la piel, las motivaciones para
tatuarse pueden tener una intención dual.
Algunos intentan diferenciarse de
los demás: con una marca única y propia que lo distingue de los demás.
Entonces, tras meditar largo tiempo, diseñan ellos mismos el modelo, o eligen un diseño convencional pero lo modifican
con el fin de plasmarle su sello personal.
Pueden elegir estrellas, pero se
tatúan la cantidad que representa a sus
hijos o mejores amigos, y le agregan las iniciales de los nombre, lo que le
confiere exclusividad, lo convierte en único y los distingue del resto.
Por otra parte, otras personas se
hacen tatuajes para identificarse con los demás. En un grupo donde todos están
tatuados, tatuarse significa pertenecer al grupo. Hay quienes se quieren hacer
un tatuaje y no saben qué diseño elegir. Es notorio observar en los locales de
tatoos personas que miran detenidamente
varios folletos de gráficos y les cuesta elegir el modelo. Al consultar al
respecto, no se tarda en descubrir que
quieren marcar, sellar o recordar una situación, un tiempo personal por el que
están transitando, independientemente del diseño del dibujo y pueden quizás
elegir un dibujo que está de moda, sin pensar en el significado del modelo.
Aunque todo dibujo posee un significado inconsciente para quien se lo tatúa. No
es lo mismo tatuarse una calavera que una inocente mariposa.
Cada acto de imprimir un tatuaje
implica una motivación personal que pone en evidencia un deseo consciente por
el sujeto o ignorado por él, es decir que el sujeto no lo tiene presente, y
queda dentro del plano inconsciente. Pero más allá de ello, hay un significado,
un simbolismo, que resultará interesante descifrar. ¿Tienes algún ejemplo para
compartir?